Creo que para nadie es un secreto que los problemas financieros son un gran obstáculo para muchos creyentes. Hay muchos de los que están leyendo que tal vez anhelan servir a Dios con todo su corazón, pero siempre encuentran dificultades financieras que simplemente no los dejan vivir en paz e incluso tienen tantas presiones que esto termina alejándolos de los caminos del Señor.

Es por eso que en este blog me gustaría compartir algunos principios de la Palabra, para poder orientarlo en esta área, con la seguridad de que el Señor es fiel para proveer y suplir todo lo que nos falta conforme a sus riquezas en gracia.

1. Establezca sus prioridades.

“Porque todos los males comienzan cuando sólo se piensa en el dinero.” (1 Tim 6:10 – TLA)

Muy rara vez una persona puede reconocer que el dinero tiene el primer lugar en su vida. Pero si usted dedica la mayor parte del tiempo diario a buscar dinero, si le quita el sueño, si le cambia el ánimo, entonces así no lo reconozca, el dinero ocupa el primer lugar en su vida. Uno piensa que entre más se esfuerce, mejores resultados se obtendrá, pero poniendo el dinero por encima, solo cosechará ruina.

Muchas veces, sé que usted lo sabe, la Biblia nos enseña que la vida del hombre es mucho más allá que los bienes materiales.

2. El diezmo es sinónimo de bendición.

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.(Malaquías 3:8)

Muchos creyentes han escuchado este principio, sin embargo les cuesta mantenerse en fidelidad. Algunos no lo hacen casi nunca y otros lo hacen de forma muy inconstante. Entienda que el diezmo es un fundamento de la prosperidad, difícilmente va a salir de sus problemas sino convierte el diezmo en un principio inquebrantable.

3.⁠ ⁠⁠No se apresure.

“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza” (Proverbios 21:5)

Esto es algo que me gustaría resaltar. Sé que muchos de ustedes han tenido ideas, propuestas, oportunidades, etc. Pero se apresuran a tomar decisiones y a invertir, sin consultar bien los detalles con el socio más importante: El Espíritu Santo. Este proverbio es muy claro cuando dice que apresurarse alocadamente lleva directamente a la pobreza. No tenga afán, si el Señor le da una idea, prepárese primero en lo espiritual, luego investigue, y luego si tome una decisión.

De hecho si hay algún emprendedor o empresario leyendo este blog, esta palabra es para usted. El Señor quiere bendecirlo y levantarlo, apoyarlo para que usted pueda bendecir a otros, pero no se apresure, por eso no ha podido ver el fruto de su trabajo.

Mi oración es que usted pueda ser sensible a lo que enseña la Palabra y que pueda poner su vida en orden, el anhelo del Señor es bendecirlo integralmente, de hecho la prosperidad no es algo extraordinario, es simplemente lo que Dios tiene para cada uno de sus hijos. Recuerde que la prosperidad no es tener exceso de riqueza o de bienes, sino más bien tener lo suficiente para cubrir nuestras obligaciones y darle un futuro digno a nuestras familias.

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.” (3 Juan 1:2)

Si usted desea conocer más en profundidad de estas enseñanzas, puede escucharlas gratuitamente en el podcast haciendo clic acá.

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