No hay duda que la bendición más grande que el Señor me ha dado, después de la Salvación, es mi amada esposa Emma Claudia, ella ha sido un muro de fe para nuestra familia, una mujer visionaria, y una mujer que dignificado el rol de la mujer en la iglesia y en la sociedad.
Hace poco estaba recordando algunos pensamientos que ella escribió sobre lo que Dios puede hacer a través de una mujer y quisiera compartirlos el día de hoy con todos ustedes, sé que hablará a su vida.
- Hacerla sentir amada. La lucha más grande que tiene una mujer muchas veces es con ella misma, les cuesta perdonarse así mismas y recibir el amor incondicional de Dios. El mismo Señor dotó a la mujer de una sensibilidad especial, que hace que su naturaleza necesite el afecto, las palabras de afirmación y el cariño, pero las circunstancias las llevan a pensar que no son amadas.
Si usted es un hombre de Dios me gustaría recomendarle que no sea áspero con las mujeres, el hombre debe proveer afecto, estabilidad y provisión, y a todas las mujeres que tal vez están leyendo este blog me gustaría recomendarles que pudieran tener tiempos de intimidad con el Señor, del Él fluye el más grande amor.
- Librarla del temor. El temor es otro de los grandes enemigos que enfrentan las mujeres, pero cuando reciben ese verdadero amor del Padre, todo temor sale. Cada mujer tiene unción para hacer negocios, empresa, unción para cuidar del hogar y para estar en el ministerio, pero muchas no dan el paso por los grandes temores que han permitido en el corazón
Querida mujer, permítame decirle que Dios ama y Él va a respaldarla, sé que a veces muchas situaciones difíciles quieren robarle la fe, pero no pierda ese “aceite” que el Señor le ha dado, tómese de la mano del Señor y conquiste todo lo que Él tiene para usted.
- Llevarla a conquistar lo sobrenatural. A lo largo de la Palabra Dios nos muestra la forma sobrenatural en la que las mujeres pueden ser usadas. Ana conquistó un milagro que parecía imposible, cuando aún su esposo no había podido ayudarla. Débora se levantó como jueza en Israel cuando a los hombres les faltaba valor. Muchas viudas sustentaron profetas cuando había una fuerte persecución dentro del pueblo de Dios, etc.
Amada mujer, si usted está leyendo este mensaje quisiera decirle que Dios quiere levantarla también para engrandecer Su Reino, el Señor tiene un llamado para su vida y usted puede hacer grandes cosas para Él si lo cree de todo corazón.
Quisiera terminar este blog honrando a mi esposa, a mis hijas, a cada pastora, líder y servidoras de la iglesia, porque cada una es valiosa e importante y sabemos que, para la gloria de Dios, gracias a ellas hemos podido cumplir el llamado.
De todo corazón oro que Dios bendiga y multiplique a cada mujer, y que las más ricas bendiciones en Cristo Jesús puedan alcanzarlas.
Feliz día de la mujer.
César Castellanos