Quisiera empezar este blog haciéndole una pregunta directa a su corazón, ¿cómo está su vida ministerial? ¿Está usted viviendo un liderazgo sobrenatural? ¿o más bien un burnout ministerial? ¿El ministerio para usted es una fuente de gozo o una carga más? 

Vivimos en tiempos de muchos afanes y ocupaciones, y desafortunadamente esto ha llevado a que muchas personas que aman servir al Señor a través del ministerio hayan perdido el enfoque, ya no viven un liderazgo con propósito sino más bien algo rutinario, que muchas veces puede sentirse como una carga y sin una motivación clara. 

Por eso en este blog me gustaría darle algunos consejos de mis experiencias en el ministerio que le ayudarán a refrescar su liderazgo, a formar verdaderos discípulos de Jesús y a ayudar al crecimiento de su iglesia y del cuerpo de Cristo. 

Debemos cultivar una verdadera relación con Dios

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:28-29)

La primera vez que sentí una gran carga y frustración en el ministerio fue en los primeros años de pastorado. Trabajaba arduamente para ver resultados, pero a pesar de que ganaba muchas almas, era como si la iglesia tuviera una puerta trasera y así como la gente llegaba, se iba. 

Recuerdo visitar a un líder que no había regresado a la iglesia,  y que yo sabía que tenía un gran llamado, pensaba en que él podía ayudarme con toda la carga, sin embargo su respuesta fue: “Un día de estos te visitaré”.

Esa noche llegué a orar preguntándole al Espíritu Santo si eso era el ministerio, rogarle a las personas. Pero esa misma noche entendí que era yo quien estaba haciendo las cosas a mi manera y que necesitaba pasar tiempos de calidad con el Señor para entregarle mis cargas, pero también para escuchar su dirección.

Por un momento me aparté del pastorado y solo me moví cuando el Señor me lo indicó. En este tiempo el Señor me dio la promesa de la MCI y desde entonces entendí que Él era el pastor de la iglesia. 

Cultivar una relación íntima y personal con Dios es lo más importante para cualquier líder, si esto no existe el ministerio es simplemente un trabajo más. Yo sirvo al Señor porque Él está vivo, porque Él está conmigo y por que desde que me convertí, siempre he caminado con Él y él conmigo. Él es nuestro reposo

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5).

Debemos buscar ser efectivos

“Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.  Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará” (Habacuc 2:2-3).

En el libro de Eclesiastés, el predicador enseña que no es de los rápidos la carrera, ni de los fuertes la guerra (Eclesiastés 9:11), esto significa que no siempre el que más se esfuerza es el que más ve resultados. Muchas veces tenemos fatiga ministerial porque estamos enfocando mal nuestros esfuerzos. Trabajamos mucho y vemos muy pocos resultados.

Para hacer la obra ministerial de forma efectiva es necesario tener una estrategía clara y definida, por eso son tan importantes los equipos 12, la visión celular y la Visión del Gobierno de los 12.  Trabajar enfocados nos ayuda a que nuestros esfuerzos no sean en vano y a ver un buen fruto en todo lo que sembramos para el Señor.

No haga el ministerio solamente basado en esfuerzos sin propósito, sino que hágalo siguiendo la estrategía que el Señor nos dejó. Puedo decir que nada ha traído más bendición a nuestro trabajo ministerial que el poder trabajar la Visión. Esto ha hecho que el trabajo sea muy efectivo y que no recaiga sobre unos pocos.

Debemos trabajar en equipo

“Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles”(Hechos 1:26)

Cuando empezó el trabajo en la iglesia primitiva, lo primero que sucedió antes de que llegara la multiplicación fue que se estableció el equipo completo. El ministerio puede ser una gran carga cuando se hace solo. Muchas veces los líderes sienten que otras personas no están capacitadas para hacer algunas tareas específicas, pero la verdad es que toda nuestra competencia viene del Señor. Aprenda a descansar en el Señor, a entregar sus cargas, y a confiar en que el mismo Dios también puede usar a otras personas. 

Apreciado amigo, si se ha sentido agotado o presionado por el trabajo ministerial hoy me gustaría invitarlo a que eleve una oración y entregue a Jesús sus cargas, lo que usted hace es muy importante para el Reino. Y el mismo Espíritu Santo quiere ayudarlo para que nunca más el ministerio sea una carga, sino un deleite y una actividad que da mucho fruto para la gloria de Dios.  

Adicionalmente, me gustaría compartir con usted algunas herramientas que le ayudarán en su trabajo ministerial, dando clic acá, podrá descargar de forma totalmente gratuita el ‘Kit Estratégico para Líderes G12’ en él encontrará bosquejos de predicación, estrategias y herramientas”.