En Búsqueda del Consuelo
Cada vez es más frecuente encontrar personas buscando ser consoladas, muchas personas se me acercan buscando un consejo, pero realmente están buscando un nuevo aliento, motivación, fortaleza para continuar.
Me gustaría hacerle una pregunta, ¿cómo está su corazón? Tal vez recientemente ha vivido situaciones difíciles; pueden ser luchas financieras, presiones emocionales, ansiedad, luchas en su familia, soledad, etc. Y puede ser que esté buscando respuestas hace mucho.
La mayoría de personas buscan el consuelo en cosas de este mundo, relaciones, vicios, dinero, fama, etc. Pero con el paso del tiempo se dan cuenta que terminan sintiéndose cada vez más vacíos.
Pues bien en este blog quisiera compartirle un poco sobre mi experiencia con el Consolador, el Espíritu Santo de Dios, para que usted pueda conocerlo y recibir lo que tanto necesita.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” (Juan 14:15-16)
Debemos recordar que Dios creó al hombre como un ser tripartito, es decir, somos espíritu, alma y cuerpo. Usualmente, cuando nuestro cuerpo se enferma acudimos a un doctor para que nos de un diagnóstico y un tratamiento, es sencillo, pero, ¿qué sucede cuando el dolor está en el alma? No hay médico en el mundo que pueda tratarlo, solamente el Espíritu Santo de Dios.
El Espíritu Santo es el único que conoce y puede llegar a su necesidad
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” (1 de Corintios 2:11)
Este pasaje nos permite entender que hay lugares de nuestro corazón que solamente el Espíritu Santo conoce y que solamente Él puede tratar. Cada persona tiene una necesidad diferente, a pesar de que muchos enfrentan situaciones similares. Pero solamente el Consolador conoce exactamente lo que usted ha vivido, y Él está dispuesto a consolarlo genuinamente.
El Espíritu Santo siempre está con nosotros
El pasaje de Juan nos muestra la promesa que Jesús nos dejó y dice claramente que el Espíritu Santo siempre estaría con nosotros. ¿Alcanza a comprenderlo? Esto significa que no importa si tal vez usted ha estado alejado del Señor, o si siente que sus heridas son muy profundas, Él no lo ha abandonado y está con los brazos abiertos esperándolo para poder restaurarlo.
Esto también significa que aunque pueda parecerlo, usted jamás estará solo, sino que Dios siempre ha estado con usted, y si decide volverse a Él de todo corazón.
Una promesa para todos los que han sido quebrantados
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Apocalipsis 21:4)
Apreciado amigo, es prácticamente imposible vivir una vida equilibrada si no mantenemos cercanía con el Espíritu Santo, y estamos viviendo tiempos donde el Señor nos ha guiado a buscarle de una manera más intencional. Sé que si usted lo hace podrá ver el cumplimiento de esta promesa en su vida.
Mi oración es que usted pueda conocer al Espíritu Santo de manera personal y recibir el consuelo para su alma. Lo invito a que declare juntamente conmigo: ¡Espíritu Santo te necesito!
César Castellanos