“¿Con quién me casaré?”  Es tal vez una de las preguntas que más inquieta a los jóvenes dentro de la iglesia. Muchos no saben cómo elegir a la persona correcta, cómo estar seguros, cuál es la edad, e incluso muchos han llegado a cuestionar si realmente el Señor anhela que ellos se casen, pues muchos han visto malos ejemplos en su propia familia. Por eso, en este blog quiero compartir una guía práctica para todos aquellos jóvenes que están en una genuina búsqueda del amor. Siempre he dicho que la decisión sobre con quién compartiremos nuestra vida es la más importante, después de la decisión de aceptar a Jesús como Señor y Salvador.

1. ¿Qué dice la Biblia?
2. ¿Quién escoge?
3. Principios Claros
4. Valentía
5. Dirección

 

1. ¿Qué dice la Biblia? 

Lo que más guarda un jóven en sus sentimientos es saber lo que la Biblia enseña, así que mi primer consejo es que puedan determinarse a leer y creer lo que dice la Biblia. Haciéndolo podrán aprender que:

-No es bueno que el hombre esté solo
-El matrimonio es idea de Dios
-Se requiere santidad cuando somos solteros para poder tener una buena familia
-El matrimonio trae la plenitud de la bendición a una vida

2. ¿Quién escoge? 

Me gustaría que usted pudiera responder esta pregunta. Muchos jóvenes se equivocan y se pierden del camino porque quieren ser ellos los que eligen y desafortunadamente, nuestro corazón nos engaña. Si queremos las bendiciones que Dios promete, debemos dejar que sea Él quien escoge y no nosotros. Nadie nos conoce tanto y solo Él sabe lo que necesitamos para ser felices. Sé que no es fácil, pero es lo mejor. Permita que Dios traiga a la persona para usted.

3. Principios claros

A veces no es tan fácil reconocer a la persona correcta, sin embargo, sí es muy sencillo reconocer a las personas incorrectas. Los jóvenes se dejan llevar mucho por el deseo de sus ojos y por pasiones pasajeras. Tener principios claros significa que nunca voy a poner mis ojos sobre una persona que no sea temerosa de Dios, que no viva de acuerdo a los principios de la Palabra y que no tenga interés en dejarse orientar en el proceso o hacer las cosas de forma correcta.

Muchos jóvenes se engañan así mismos pensando que van a poder convertir a una persona que no es temerosa de Dios, solamente para poder estar con ella, y este no es el orden de las cosas.

Tener estos principios nos evita confusiones, malas relaciones y abrir la puerta al pecado.

4. Valentía

La valentía no es sobrepasar los límites o hacer las cosas a escondidas. La valentía es entender por ejemplo, si aún no es mi tiempo y asumirlo, valentía es saber si tengo fallas en mi carácter, qué tengo que mejorar antes de involucrarme con alguien.

Pero valentía también es permitirme conocer amigos en la iglesia, darme a conocer tal y como soy sin temor y dar los pasos que deba dar en los tiempos correctos.

5. Dirección

La Palabra nos enseña que no hay nada más engañoso que el corazón del hombre (Jeremías 17:9) por eso es importante aprender a contar con nuestros líderes y autoridades espirituales. No podemos confiar en nosotros mismos. Escuchar consejo de personas de testimonio, que ya hayan conquistado en esta área, realmente hace la diferencia.

Consejos finales 

  • No compare su proceso con el de alguien más. Dios tiene un tiempo y una oportunidad para cada persona, y Él trae la bendición en el momento justo y de la forma perfecta. (Eclesiastés 3:1-9). Unos se casan más jóvenes que otros, algunos tienen procesos rápidos, mientras que otros toman más tiempo. No hay una fórmula, solo una perfecta voluntad de Dios para cada uno de nosotros.
  • Sin afanes. El afán nos lleva a cometer grandes errores, algunas personas se involucran en relaciones sentimentales, sin la madurez necesaria o a una edad muy temprana y terminan con el corazón roto. En cambio, los que saben esperar en Dios están preparados para ser bendecidos.
  • Guarde su santidad. Todo joven debe ser probado en el área moral. Si usted anhela la bendición sentimental sea radical, no se contamine con relaciones sexuales antes de tiempo, con pornografía, con música mundana, etc. Guarde su mente, su corazón y su cuerpo.
  • Construya amistades dentro de la iglesia. La amistad es lo que sostiene cualquier relación en el tiempo. Los jóvenes están tan enfocados en buscar pareja, que realmente no aprenden a ser amigos de otros. Por esto pierden la oportunidad de aprender a conocer a otros y de cómo se edifican relaciones significativas y verdaderas.
  • Tenga en cuenta los principios espirituales. Dentro de la iglesia hemos tratado de orientar algunos jóvenes con principios sencillos:
    -No tener una relación sentimental hasta los 18 años.
    -Ayunar 3 días para buscar la dirección de Dios cuando no haya claridad en algún sentimiento.
    -Cuidar el círculo cercano de amigos, evitar influencias de personas sin principios cristianos.

Sé que el deseo de Dios es traer a la persona perfecta para su vida, sueñe y crea en la promesa del Señor, pero sobre todo, querido joven, determínese a edificar una familia que glorifique el nombre de Jesús.

Con amor,

César Castellanos