“Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, Dios le dijo a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés: Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas. Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toque la planta de vuestros pies.” (Josué 1:1-3)

La vida de Josué es un gran ejemplo de lo que significa desarrollar un liderazgo de conquista, no era el panorama más sencillo, pues Josué debía reemplazar a Moisés, quien fue tal vez el líder más influyente de la historia del pueblo de Israel, pero además tenía que introducir al pueblo en la tierra prometida. 

De su vida aprenderemos algunos principios que nos ayudarán a desarrollar un gran liderazgo: 

1-Tener un corazón de siervo

Note que el verso empieza diciendo: “Después de la muerte de Moisés siervo de Dios que Jehová habló a Josué hijo de Nun servidor de Moisés”. El siervo de Dios era Moisés pero el siervo de Moisés era Josué. Todos los que anhelan ser líderes, deben ser primero siervos. 

2-Debemos  tener un propósito

El Señor le dijo a Josué: “Mi siervo Moisés ha muerto, ahora pues levántate y pasa este Jordán tú y todo este pueblo a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel”.

Josué no fue designado líder solamente para engrandecerse a él mismo, sino para cumplir el propósito que Dios tenía; la conquista de la tierra. El líder de conquista es un líder de propósito. 

3-Debemos estar listos 

 “Yo os he entregado como lo había dicho a Moisés todo lugar que pisare la planta de vuestros pies”.

Pisarlo suena fácil, pero hacerlo implicaba desalojar a todos los gigantes y ejércitos enemigos. Si Josué no se hubiera preparado toda la vida, no hubiera podido ser un líder conquistador. 

4-Ser diligentes 

“Esfuérzate y sé valiente porque tú repartirás este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que las daría a ellos”.

La diligencia es hacer lo que Dios espera de nosotros, de la mejor forma posible, sin quitarle, ni añadirle. Josué no espero, ni titubeó, sino que se dispuso a la conquista.

Cuando Josué empezó la conquista Dios le dio otra Palabra para direccionar su liderazgo

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8)

5-Ser obedientes

Un líder de conquista es aquel que se guía únicamente por lo que está escrito en la Biblia, por eso dice “para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito”

6-Meditar en  la Palabra

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él… porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”

La única forma en la que podemos tener un liderazgo de conquista es cuando invertimos nuestra vida a estudiar, entender, declarar y aplicar lo que dice la Biblia.