Hace algunos años mi esposa siempre me preguntaba cómo escuchaba la voz de Dios, cuando yo le decía que Dios me había hablado ella me hacía muchas preguntas; “¿es algo audible?, ¿sucede por dentro o por fuera? ¿cuándo paso?”
Sé que esta es una pregunta que no solo mi amada esposa, sino muchos creyentes tienen y en este blog voy a compartir algunas de mis experiencias que podrán orientarlos para que puedan relacionarse con Dios y aprender a escuchar su Voz.
1. Para escuchar necesitamos quietud y silencio
“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. (Mateo 6:6)
Jesús nos enseñó este principio sobre la oración; que debe ser un lugar íntimo, secreto -cerrado-. Algo que me llama mucho la atención es que los creyentes de ahora es que ponen música muy alta en sus tiempos de oración, es cierto que la música nos ayuda a preparar el ambiente, pero para escuchar la voz de Dios necesitamos intimidad, paz y silencio; recuerde lo que el salmista dijo: “junto a aguas de reposo me pastoreará”.
2. Necesitamos un nuevo nacimiento
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. (Juan 3:3)
Dios se mueve en plano espiritual y Jesús le dejó muy claro a Nicodemo que solamente aquellos que nacen de nuevo pueden ver y participar de las bendiciones espirituales. Conozco a muchos que pretenden vivir una vida cristiana sin haber tenido la experiencia del nuevo nacimiento. La voz de Dios no es como un parlante a todo volumen, sino que es un susurro que llega directamente a nuestro espíritu.
3. Necesitamos permanecer en la Palabra
“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”. (Juan 17:17)
La Biblia contiene la voz y la Palabra de Dios; hay quienes la estudian como si fuera un libro más o una simple herramienta para adquirir conocimiento, es más hay muchos que no dedican más de cinco minutos al día para estudiar las Escrituras.
Es prácticamente imposible escuchar y reconocer la voz de Dios si no tenemos un contacto diario con la Biblia, por eso la importancia de tener una vida devocional y hábitos cristianos sólidos.
Tenga estos tres consejos en cuenta y verá cómo el Señor mismo le hablará y le guiará al propósito perfecto que Él tiene para usted.